Monitorización cardiotocográfica
Consiste en el registro simultáneo de la actividad cardiaca fetal y la actividad uterina, mediante la cardiotocografía electrónica.
A. Métodos basales, denominados también no estresantes.
Introducida por Lee en 1975 se ha convertido por su comodidad, inocuidad y facilidad en una prueba esencial para el estudio del estado fetal intraútero. Consiste en el estudio de la respuesta de la frecuencia cardiaca fetal (FCF) a los movimientos fetales o a la actividad uterina anteparto.
No hay evidencia científica que justifique la necesidad de utilizar estudios del bienestar fetal anteparto antes de la 40ª semana. Podría ser aconsejable un control del estado fetal anteparto en el transcurso del III trimestre, realización opcional de un test basal (monitorización cardiotocográfica no estresante) a partir de la 40ª semana. Realmente no hay evidencia científica que demuestre que el realizar de forma rutinaria en las gestaciones de bajo riesgo un test basal, tiene efecto significativo sobre la morbi-mortalidad perinatal.
a. Línea de base.
Representa la FCF media. Su frecuencia normal oscila entre 110-160 latidos por minuto.
Las alteraciones en la FCF basal son:
- Taquicardia, se define como frecuencia cardiaca fetal basal por encima de 160 lpm.
- Bradicardia, se define como frecuencia cardiaca fetal basal inferior a 110 lpm.
b. Variabilidad.
Las oscilaciones en la FCF que ocurren al integrar como frecuencias los intervalos entre latido y latido. Se considera que existen dos tipos de variabilidad: a corto plazo (variabilidad latido a latido producida por la variabilidad normal de los intervalos en el ciclo eléctrico cardiaco) y la variabilidad a largo plazo (la ondulación en el trazado de la FCF con una frecuencia de 3-5 ciclos por minuto).
Existe una causa fisiológica de disminución de la variabilidad, en periodos de sueño (variabilidad disminuida) y vigilia (variabilidad normal). Estos ciclos pueden durar 20-30 minutos.
c. Reactividad.
Son las alteraciones periódicas de la FCF, se definen como alteraciones transitorias de la FCF, por encima (aceleraciones) o por debajo (desaceleraciones) de la línea de frecuencia cardiaca fetal basal.
d. Desaceleraciones o retardos de la frecuencia cardiaca fetal.
Aparecen en relación con la contracción uterina, son las alteraciones del registro de FCF que merecen estudiar más detalladamente. Para poder ser considerada como tal, la diferencia entre la línea base y el momento en que la desaceleración es máxima, debe ser al menos de 20 lpm, además para ser consideradas deben presentarse en varias contracciones (alteración periódica).
Existen tres tipos de desaceleración:
• Desaceleración precoz: el patrón de la FCF refleja casi como en un espejo la forma de la contracción uterina, el inicio de la desaceleración coincide con el inicio de la contracción y el final de
la primera con el de la segunda. No se ha demostrado que tengan significado patológico, la causa parece ser el aumento de la tensión intracraneal que se produce durante la contracción por compresión de la cabeza fetal.
• Desaceleración tardía: es como una imagen especular de la contracción pero la desaceleración se inicia 15 segundos más tarde que el inicio de la contracción y se prolonga más allá del final de
dicha contracción. No suelen ir precedidas ni seguidas de aceleraciones.
Si las contracciones son muy frecuentes, puede aparecer una bradicardia fetal persistente. Aparte del número y amplitud, las dos características que señalan un empeoramiento de la hipoxia son
aparición de taquicardia basal progresiva y la pérdida de variabilidad latido a latido.
La desaceleración tardía traduce una disminución del aporte de oxígeno al feto, se debe a una insuficiencia uteroplacentaria. Tienen un claro significado patológico.
• Desaceleración variable: difiere de la precoz y la tardía, tanto en el inicio en relación a la contracción, forma, amplitud y duración. Son variables de una a otra. No reflejan de modo especular la contracción.
En general, la caída de la FCF en las desaceleraciones precoces y tardías, no suele sobrepasar los 120 lpm, en las desaceleraciones variables el límite inferior puede ser ampliamente sobrepasado.
Las desaceleraciones variables se diferencian también de las tardías por su principio y final, son más bruscos y frecuentemente van precedidas y seguidas de una aceleración transitoria.
Es el patrón de FCF anormal, más frecuente.
Según se muestra en la Figura que corresponde a un trazado de registro cardiotocográfico: el nº 1 correspondería a la línea de base, el 2 a las aceleraciones, el 3 a la variabilidad, el 4 a desaceleración y el 5 a las contracciones.
El cardiotocógrafo debe tener correctamente establecida la fecha y la hora.
El registro debe estar correctamente identificado con el nombre de la mujer y la fecha.
B. Prueba de oxitocina (prueba de Pose).
Descrita por Pose en 1969. Consiste en la investigación del comportamiento de la FCF al inducir contracciones uterinas mediante la administración pautada de oxitocina. Debe utilizarse cuando la monitorización no estresante ofrezca resultados prepatológicos o dudosos.
Se considera concluida al lograr 3-4 contracciones en 10 minutos, de 40-60 segundos de duración o la aparición de una desaceleración tardía.
La prueba es negativa (las características de la FCF no se modifican), positiva (desaceleraciones tardías asociadas con más de la mitad de contracciones), prepatológica (desaceleraciones en menos de la mitad de las contracciones), dudosa (desaceleraciones precoces o variables o se produce una hiperestimulación).
El resultado va a determinar la conducta a seguir.