Exploración anteparto
La exploración debe ser completa: toma de constantes (pulso, tª y TA), maniobras de Leopold, altura uterina y auscultación fetal o monitorización fetal no estresante.
En ausencia de metrorragia, se efectuará un tacto vaginal que nos informa de las características del cuello uterino (dilatación, borramiento, consistencia, posición) así como de la altura de la presentación respecto a la pelvis (planos de Hodge). Nos informará también de las características morfológicas de la pelvis ósea y del canal blando del parto. Nos permitirá confirmar la integridad de la “bolsa de las aguas”.
El grado de dilatación cervical se mide en centímetros (0-10), el borramiento del cuello en porcentaje sobre el resto del canal que permanece o directamente determinando la longitud en centímetros entre el orificio cervical interno y externo.
La técnica de la Amnioscopia, fue introducida por Saling en 1961 su finalidad es la observación del líquido amniótico a través del canal cervical. La técnica es sencilla y consiste en introducir a través del cuello, un amnioscopio del tamaño adecuado, luego se retirará el mandril y se acoplará un sistema de iluminación que permite la observación de las membranas. El líquido normal es transparente y claro u opalescente.