Histeroscopia
La histeroscopia es una prueba diagnóstica que permite la visualización del canal cervical y de la cavidad uterina para descartar patología (histeroscopia diagnóstica) o para realizar un tratamiento (histeroscopia quirúrgica). Se introduce un histeroscopio que consiste en un aparato alargado con una lente que puede estar conectada a un aparato de video o grabación para toma de imágenes y que permite la visualización y posterior toma de biopsias para diagnóstico definitivo, al ser la cavidad uterina un espacio virtual , se necesita de un sistema de insuflación (que consiste en dióxido de carbono CO2 o soluciones salinas) para una correcta valoración y/o tratamiento.
Actualmente se dispone de histeroscopios de < 3.5 mm de diámetro externo (minihisteroscopia) que reduce notablemente las molestias de la exploración, aunque se usan histeroscopios de varios tamaños (hasta 5 mm).
En caso de histeroscopia diagnóstica se insuflará CO2 o medio salino (éste ha demostrado ser más confortable para la paciente, mejor coste-efectividad, y mejor visión del sangrado intrauterino). En caso de histeroscopia diagnóstica y posible quirúrgica el método de elección serán los líquidos (soluciones hipertónicas no electrolíticas como sorbitol/manitol, y glicina siempre que se vaya a preveer resección y uso de electrocoagulador ya que no transmiten electricidad, en otros casos se utilizan dextrosa y sueros fisiológicos).
No se aconseja el uso rutinario de anestesia, salvo que sea una exploración larga y quirúrgica. La duración del procedimiento juega un papel notable en su tolerancia, así como la experiencia del ginecólogo y el tamaño del histeroscopio (mejor cuanto más pequeño).
Indicaciones
a. Estudio de alteraciones del ciclo menstrual y metrorragias.
b. Estudio de esterilidad, infertilidad y abortos de repetición.
c. Estudio de alteraciones morfológicas de la cavidad uterina: pólipos cervicales y endometriales, miomas, hiperplasia endometrial, cáncer de endometrio.
d. Estudio de cuerpos extraños, restos placentarios y malformaciones uterinas (tabiques, síndrome de Asherman).
e. Localización y retirada de DIU.
f. Esterilización histeroscópica.
Contraindicaciones
El embarazo es una contraindicación absoluta, así como infecciones uterinas previas recientes o derivadas de una exploración anterior, entre las contraindicaciones relativas están la lesión uterina reciente o el diagnóstico previo y conocido de una tumoración maligna uterina.
Para su realización es preferible que la paciente esté en la primera fase del ciclo, al finalizar la menstruación y antes de la ovulación. Antes de la prueba se debe realizar tintura de vagina y útero con solución de yodo y pinzar el cuello para sujetarlo. A continuación se instila el CO2 o la solución elegida para distender la cavidad y visualizarla en su totalidad, en ocasiones se deberá anestesiar el cuello uterino. Tras la prueba la paciente deberá reposar unos minutos.
Complicaciones
a. Las más frecuentes: dolor y sangrado, reacciones vasovagales por dolor. La paciente puede tomar analgésicos antes o tras la intervención y aplicarse anestesia previa si presenta intensa reacción a la exploración.
b. Las más graves: perforación uterina, más probable cuando hay malformaciones, estenosis y no se visualiza bien el medio. Otra sería la embolia gaseosa por CO2, más probable cuando coinciden sangrado y presión elevada de insuflación por paso del gas a circulación general.
c. Tardías: infección endometrial, endometritis. La tasa de complicaciones dependerá del diámetro y tipo de instrumento utilizado, el tiempo requerido para la exploración y las condiciones
previas de la paciente. Las complicaciones son menores gracias a la aparición de lentes o fibra óptica menor de 3.5 mm de diámetro.
Histeroscopia quirúrgica
Dado que será preciso realizar toma de muestras o exéresis de lesiones es una situación en la que va a haber sangrado, por tanto se deberá usar como distensor un medio líquido y no el CO2 que podría provocar un embolismo gaseoso. Si no se utiliza electrocirugía se pueden usar los medios líquidos antes citados, pero si es el caso opuesto, vamos a utilizar electrocirugía, se deberá utilizar glicina o dextrano.
Según la lesión y el tipo de intervención se podrá requerir anestesia epidural, raquídea o general. En función del tamaño de la lesión y la duración de la intervención se podrá realizar de manera ambulatoria en lesiones pequeñas, con poco riesgo de sangrado y sin contraindicaciones para la anestesia.
En caso de resección de miomas será conveniente suspender la menstruación 2-4 meses previos para preparar el endometrio y tener un menor sangrado y obtener una mejor visibilidad. En la mayoría de las ocasiones bastará con no tener un endometrio proliferativo, esto es, estar en la primera fase del ciclo.
Las principales complicaciones son el sangrado, la perforación uterina, el paso de glicina a la circulación general, hiponatremia, quemaduras y endometritis.