Prolapso urogenital
Se define como el descolgamiento del útero a través de la vagina, acompañado o no de la vejiga (cistocele) o del recto (rectocele). Se produce por la laxitud de los tejidos y ligamentos suspensorios del útero.
Generalmente aparece en mujeres con uno o más partos por vía vaginal, influyendo en su etiopatogenia aquellas circunstancias que lesionen las estructuras músculo-ligamentosas del suelo pélvico originando la pérdida de funcionalidad del mismo: partos prolongados, distócicos, instrumentales, fetos macrosómicos; aumentos de presión intraabdominal; sobrepeso, tos, estreñimiento, ejercicio físico intenso; el envejecimiento e hipoestronismo posmenopáusico, sumados a lo anterior, acentúan los procesos.
Es una patología con alta prevalencia en las consulta de ginecología, sin embargo en las de urgencias es poco frecuente. La mujer con prolapso urogenital suele acudir a urgencias cuando lo percibe por primera vez (aún siendo un proceso crónico y de instauración paulatina), identificándolo como algo agudo que le acaba de salir o por la preocupación de que pueda ser una posible tumoración maligna.
Clasificación
Según el órgano descendido y el grado de prolapso, existen distintos tipos de prolapso:
a. Colpocele: es el descenso de las paredes vaginales.
- Colpocele anterior o cistocele: incluye la vejiga urinaria en el descenso.
- Colpocele posterior o rectocele: incluye el recto en el descenso.
- Douglascele: incluye fondo de saco de Douglas en el descenso.
b. Prolapso uterino (PU): descenso del útero respecto a su posición anatómica; de forma casi constante, se asocia a distintos grados de descenso de vejiga y/o recto.
- PU de primer grado: el descenso no alcanza el plano vulvar (el cérvix está descendido pero no alcanza el introito vaginal).
- PU de segundo grado: el descenso alcanza el plano vulvar (el cérvix alcanza el introito vaginal pero sin sobrepasarlo).
- PU de tercer grado: el descenso sobrepasa el plano vulvar (el cérvix sobrepasa el introito vaginal).
- PU de cuarto grado: prolapso total (fuera del plano vulvar).
Clínica
Los síntomas varían según la zona prolapsada y son más severos cuanto mayor es el grado de prolapso. Aparece dolor en genitales, sensación de bulto o pesadez en vagina. Se puede acompañar manchado o sangrado vaginal, incontinencia urinaria y/o fecal, así como síntomas urinarios (disuria, polaquiuria, urgencia miccional, etc.).
Diagnóstico
El diagnóstico en urgencias se realiza por la clínica y la exploración física. En ocasiones es necesario explorar a la paciente en bipedestación para valorar el grado de prolapso, según el descenso del cérvix.
Tratamiento
Es esencialmente quirúrgico, aunque es excepcional que se realice en urgencias (por ejemplo, si existe incarceración de una asa intestinal en un enterocele). Se pueden aplicar diversas técnicas; las más utilizadas son la colpoplastia anterior y/o la colpoplastia posterior.
Si hay contraindicaciones para el tratamiento quirúrgico, se puede utilizar un pesario, que es un dispositivo que se introduce en la vagina y reduce el prolapso al impedir que éste salga por el hiato urogenital.