Vaginosis bacteriana
En la vaginosis bacteriana existe un desequilibrio de la flora, que implica un descenso de los bacilos de Doderlein y la presencia de Gardenella vaginalis y Mycoplasma hominis.
Es la causa más prevalente de secreción vaginal y/o mal olor vaginal.
Aunque se puede trasmitir por vía sexual, no se considera una ITS ya que se ha demostrado que mujeres vírgenes pueden llegar a padecerla.
Clínica
La clínica de la vaginosis bacteriana se caracteriza por un flujo blanquecinogrisáceo, homogéneo, maloliente (olor a pescado) y excesivo.
No suele existir inflamación vulvar ni vaginal.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza evaluando los criterios de Amsell (al menos 3 criterios):
a. Flujo anómalo.
b. pH > 4,5.
c. Test de aminas positivo con KOH al 10 % (olor a pescado).
d. Visualización en frotis al fresco de las “clue cells” (células epiteliales recubiertas de cocobacilos).
Tratamiento
El tratamiento se realiza solo si la paciente presenta síntomas y en las pacientes que serán sometidas a cirugía obstétrica o ginecológica.
a. Tratamiento de elección: Metronidazol gel vaginal 0,75 % 37,5 mg / 24 horas durante 5 días.
b. Otras pautas:
- Clindamicina crema vaginal 2 % 100 mg / 24 horas durante 7 días.
- Clindamicina óvulos vaginales 100 mg / 24 horas durante 5 días.
- Metronidazol óvulos vaginales 500 mg / 12 h durante 5 días.
- Metronidazol comprimidos orales 500 mg / 12 horas durante 7 días.
c. Otra alternativa. Tratamiento oral: Metronidazol oral 2 gr monodosis, Clindamicina oral 300 mg / 12 h durante 7 días.
En embarazadas se debe tratar solo si están sintomáticas o en asintomáticas si hay riesgo de amenaza de parto prematuro o ruptura precoz de membranas, siguiendo las mismas pautas, aunque las más utilizadas son: Metronidazol oral 500 mg / 12 horas o 250 mg / 8 horas o Clindamicina 300 mg / 12 horas durante 7 días.
El tratamiento de la pareja es igual solo en caso de presentar síntomas como balanitis y/o mal olor.