Diabetes pregestacional y gestacional
La diabetes mellitus (DM) constituye la alteración metabólica que más frecuentemente se asocia al embarazo, con una incidencia del 1% y hasta un 12% de los casos, dependiendo de la estrategia diagnóstica empleada, presentarán diabetes gestacional (DG) en el transcurso del embarazo.
Se sabe que la DM tipo 1 y tipo 2 afectan al pronóstico de la madre y al de su futuro hijo, aumentando el riesgo de abortos, malformaciones y otras complicaciones perinatales.
Estudios observacionales han demostrado que el riesgo de malformaciones fetales está relacionado sobre todo con el mal control glucémico en las primeras 6-8 semanas de gestación, motivo por el que la optimización del control debería iniciarse antes de la concepción y, por tanto, la gestación debería estar planificada. Está documentado que alrededor de unas dos terceras partes de las mujeres diabéticas no realizan planificación de la gestación.
La diabetes mellitus durante el embarazo es un factor de riesgo para el desarrollo de complicaciones en la madre y en la descendencia:
A. Repercusión de la diabetes mellitus sobre la gestación: infecciones urinarias, candidiasis vaginal, polihidramnios, estados hipertensivos del embarazo y prematuridad.
B. Repercusión de la diabetes mellitus sobre el feto y el neonato:
a. DPG: malformaciones y/o abortos (periodo de organogénesis) y crecimiento intrauterino retardado (CIR) en situaciones de vasculopatía materna secundaria a diabetes.
b. En ambos tipos de diabetes (DPG y DG) secundarias a hiperinsulinismo fetal.
c. Macrosomía (distocias, traumatismo obstétrico y aumento de la tasa de cesáreas).
d. Riesgo de pérdida de bienestar fetal ante o intraparto.
e. Miocardiopatía hipertrófica.
f. Inmadurez fetal que puede manifestarse como síndrome de distrés respiratorio o alteraciones metabólicas.
C. Repercusión de la gestación sobre la madre:
a. DPG: los cambios hormonales fisiológicos del embarazo son los responsables de las modificaciones en las necesidades insulínicas condicionando un posible deterioro temporal del control metabólico. Así mismo, el embarazo puede favorecer el inicio y/o progresión de determinadas complicaciones vasculares específicas de la DPG (retinopatía).
b. DG: los cambios hormonales fisiológicos del embarazo constituyen el factor desencadenante de la intolerancia glucídica responsable de la aparición de la diabetes.
c. Pronóstico materno: la aparición de DG constituye un marcador de prediabetes, dada la frecuencia de desarrollo posterior de diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico (dislipemia, obesidad y HTA asociadas). Ocasionalmente, la DG está manifestando una disminución de reserva pancreática secundaria a destrucción autoinmune de la célula @ (diabetes mellitus tipo 1 latente), dando lugar posteriormente a una diabetes mellitus tipo 1.
D. Pronóstico de la descendencia: Los niños que durante el desarrollo intrauterino se han desarrollado en un ambiente metabólico hiperglucémico tienen más riesgo de desarrollar obesidad, alteraciones del metabolismo hidrocarbonado e incluso un síndrome metabólico en la vida adulta.